Para las personas adultas mayores, así como para personas más jóvenes que hayan sufrido algún accidente o patología que haya limitado su autonomía a cualquier nivel, las actividades de la vida diaria (AVD) tienen un papel fundamental para el automantenimiento y la participación familiar y social.
La terapia ocupacional, ligada a la geriatría desde sus inicios, analiza, evalúa, gradúa y adapta las actividades de la vida diaria para facilitar la autonomía de las personas. En el caso de las personas adultas mayores se convierte, por tanto, en una herramienta esencial para su salud y calidad de vida.
¿Cómo trabaja el terapeuta ocupacional?
El terapeuta ocupacional parte de la valoración de las capacidades físicas, mentales y sociales de la persona mayor para ver con qué actividades de la vida diaria debe trabajar.
Una vez detectadas las necesidades, trabaja con la persona de manera individual, adaptándose a sus capacidades, con el objetivo de prevenir la pérdida, mantener, o mejorar la autonomía funcional.
Beneficios
Prevención de lesiones: Mantener activos a las personas adultas mayores o a personas con problemas de movilidad, refuerza el sistema muscular y la fuerza asociada. Mejorando rutinas fundamentales de los movimientos del cuerpo, optimizando su higiene postural, ganando estabilidad, conciencia situacional y coordinación en la dirección de prevenir lesiones producidas por caídas.
– Consejos para instalar ayudas físicas: Los terapeutas ocupacionales pueden asesorar sobre el tipo de dispositivos instalar en baños y lugares de paso para facilitar la seguridad, los movimientos y el aseo en el baño, dentro de un plan de recuperación de la movilidad en el hogar del usuario.
– Prevención de las discapacidades: El terapeuta ocupacional es proactivo cuando se anticipa a los desequilibrios funcionales o psíquicos del paciente, cuando percibe disfunciones ocupacionales o cuando percibe lesiones y patologías en estado incipiente.
– Revalorización continuada del paciente: El terapeuta ocupacional en contacto continuado con el paciente está al tanto de los cambios en las capacidades del paciente mayor, estando en disposición de recomendar supervisiones médicas o cambios personalizados en el programa de actividades y objetivos de rehabilitación.
– Implicación del paciente: Se trata de un objetivo fundamental, implicándose en la recuperación de sus dolencias o entrenando con rehabilitación ocupacional para vencer los desafíos de las tareas básicas diarias de la persona mayor.
– Programas de intervención en discapacidades: Los terapeutas ocupacionales están en primera línea para colaborar con entidades públicas y privadas para desarrollar programas para personas con discapacidad.
– Control de patologías: El terapeuta ocupacional puede ser un apoyo para el familiar y cuidador profesional, en desarrollar programas con pautas saludables para el control de sus enfermedades y bienestar del anciano.
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